Si Te Olvidé, ¿Por Qué Sigues en Mi Soledad?
«Si se supone que ya te olvidé,
que lo de nosotros ya descanse en paz,
dime, ¿qué hago aquí en mi soledad
pensando en cómo estás?»
Me lo he repetido tantas veces, que debería ser cierto. Me he convencido de que lo nuestro quedó atrás, que ya no me afecta, que las heridas cerraron. Pero, en esta soledad que me envuelve cuando la noche se vuelve demasiado larga y el silencio demasiado pesado, tu recuerdo vuelve como si nunca se hubiera ido. Y, por más que intento ignorarlo, me sorprendo preguntándome cómo estás, qué será de ti ahora que no somos «nosotros».
Dicen que el tiempo lo cura todo, que con el pasar de los días la tristeza se desvanece y los recuerdos pierden fuerza. Pero, ¿cómo puede ser verdad eso si aún me descubro imaginando tu sonrisa, pensando en nuestras conversaciones, reviviendo momentos que se supone ya descansan en paz? Quizás el corazón nunca aprende, quizás simplemente no quiere soltar del todo lo que una vez lo hizo vibrar.
Si ya te olvidé, como todos me dicen que debería haber hecho, ¿por qué sigo aquí, en esta nostalgia que no entiende de razones? ¿Por qué sigo pensando en cómo estarías, en si tal vez tú también te preguntas lo mismo en medio de tu propia soledad?
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