Amor a Distancia: Un Romance en Mi Imaginación.
Es uno de esos días raros, donde no quieres hablar con nadie. Pero el problema no es solo ese. Es que, si te animaras a hablar, lo único de lo que querrías hablar es precisamente de lo que no puedes hablar con nadie.
Entonces, ahí estás, atrapado en un bucle perfecto de silencios incómodos. Quieres soltarlo todo, pero sabes que no puedes. Es como tener una receta secreta, pero no poder compartirla porque la última pizca de ingrediente es un «no me pregunten».
Así que, al final, te quedas en tu propio rincón, sin hablar con nadie. Te sientas, miras al vacío, y todo el universo parece estar de acuerdo contigo: mejor no decir nada. Y aunque por dentro gritas en un idioma que solo tú entiendes, por fuera… silencio absoluto. Irónico, ¿no? Lo único que tenías ganas de hacer era hablar de eso que no se puede hablar. Y terminas exactamente como empezaste: sin hablar con nadie.
Anuncios