98. Hojas secas
Letra Morada
La rosa se ha marchitado; sus pétalos han perdido el color y el aroma de otros tiempos, pero aún la guardo entre las páginas de un libro que no quiero terminar de leer. Cada vez que llego a esa parte donde descansa, entre palabras que ya casi sé de memoria, el tiempo parece detenerse, como si sus pétalos secos conservaran un poco de aquello que alguna vez fuimos.
No es que los momentos hayan terminado; solo están lejos. Al encontrarme con la rosa, siento que, de alguna forma, tú también estás ahí, a un suspiro de distancia. Ese rincón en el libro es un refugio, un puente sutil que me hace sentir que, aunque el tiempo avance, los recuerdos siguen vivos entre esas páginas.
